En un operativo conjunto de las autoridades locales y nacionales, se desmanteló una red de explotación sexual que operaba bajo la fachada de una agencia de turismo en Medellín. La organización ofrecía paquetes turísticos que, en realidad, encubrían servicios de explotación sexual, atrayendo a turistas con falsas promesas de experiencias exclusivas y privadas en la ciudad.
Las investigaciones revelaron que la red utilizaba sofisticadas estrategias de marketing y redes sociales para promocionar sus servicios, engañando tanto a las víctimas como a los clientes. Las víctimas, en su mayoría mujeres jóvenes, eran reclutadas con promesas de empleo legítimo en la industria del turismo, pero una vez aceptaban, eran forzadas a participar en actividades sexuales. La operación fue descubierta gracias a denuncias de algunas de las víctimas y un exhaustivo trabajo de inteligencia por parte de las fuerzas de seguridad.
Los líderes de la red han sido arrestados y enfrentan cargos por tráfico de personas, explotación sexual y asociación para delinquir. Las autoridades han reiterado su compromiso de combatir la trata y explotación sexual, y han hecho un llamado a la comunidad para denunciar cualquier actividad sospechosa. Este caso subraya la importancia de la vigilancia y cooperación ciudadana en la lucha contra estos delitos y la protección de los derechos humanos.