La comunidad católica de la ciudad se encuentra consternada tras la repentina muerte de dos de sus líderes religiosos que prestaban sus servicios eclesiásticos a dos entidades del departamento.
En el primer caso, las autoridades informaron que hallaron muerto dentro de un apartamento de la unidad Senderos del Palmar en el barrio Altamira –occidente de la ciudad– al presbítero Ernesto de Jesús Zapata Palacio.
Según trascendió Zapata Palacio prestaba su servicio pastoral como Capellán del Departamento de Policía Antioquia.
El reporte preliminar, indicó que la muerte del sacerdote se habría dado por una intoxicación, por lo que fue necesario que el levantamiento de su cuerpo lo realizara personal del Cuerpo Técnico de Investigación CTI, entidad que asumió la investigación del fallecimiento del religioso.
De otro lado, este jueves 2 de mayo también se informó del deceso del sacerdote Jorge Orlando Salazar Penagos, quien se había desempeñado como capellán de la Gobernación de Antioquia, por varios periodos.
Sobre Salazar, quien también fue párroco de la iglesia Nuestra Señora de Guadalupe en Manrique, se conoció que su muerte se habría dado a causa de un paro cardíaco a los 44 años.
La triste noticia ha causado reacciones entre sus feligreses y algunos personajes públicos de la ciudad.
La Diócesis de Sonsón-Rionegro lamentó la partida del sacerdote Zapata. Mientras que el exgobernador de Antioquia Aníbal Gaviria escribió un mensaje en su cuenta de X (antes Twitter):
“Gran legado de servicio, bondad y humanismo deja el Padre Jorge Orlando Salazar Penagos, quien nos acompañó como capellán durante nuestra segunda administración. Paz en su tumba y solidaridad con sus familiares, amigos y funcionarios Gobernación de Antioquia”.